En su momento fue el buque más grande diseñado por el hombre, y uno de los más lujosos. Su puesta en servicio por parte de la compañía naviera Cunard obligó a su rival, la White Star Line, a diseñar una nueva clase de buques que le superaran en lujo y tamaño, la Clase Olympic, con el RMS Olympic, el Gigantic (luego Britannic) y el famoso Titanic.
Su hundimiento el 7 de mayo de 1915 por parte de un submarino alemán supuso uno de los peores desastres navales de la historia junto con el de su gran rival unos años antes. El ataque escandalizó al mundo entero, y puso a la opinión pública estadounidense en contra de Alemania.
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