Fueron muchas las voces dentro del ejército y del gobierno que criticaron los planes de campaña de Galípoli en los días inmediatamente posteriores a los desembarcos de abril, incluso antes, cuando aún se desarrollaban los planes en enero de 1915 para forzar el paso del estrecho de los Dardanelos, muchos se mostraban reacios a la viabilidad de un plan de tamaña magnitud.