Las Ofensivas de Otoño (II): Artois y Loos

Si alguien pregunta por qué hemos muerto; diles, porque nuestros padres mintieron”.
Rudyard Kipling.

  La ofensiva sobre la región de Artois formaba parte de la ofensiva de otoño, debía ser un complemento a la ofensiva realizada en Champagne y se libró de forma paralela a esta. Al igual que dicha ofensiva, el plan de ataque en Artois era prácticamente idéntico al realizado en esta misma zona durante las ofensivas que tuvieron lugar en la primavera anterior.

  El plan y los objetivos del ataque eran los mismos que en Champagne, lanzar a la infantería tras un ataque previo de la artillería con el fin de romper las líneas alemanas del frente en varios sectores. Para la batalla los aliados dispusieron al 10º Ejército francés del general Víctor d’Urbal, que formaba parte del Grupo de Ejércitos Norte del general Foch, y al 1er Ejército británico del teniente general Douglas Haig. En total disponían de 18 divisiones de infantería (10 franceses y 8 británicas). Frente a ellos, defendiendo el sector de Artois, se encontraban 9 divisiones del 6º Ejército del príncipe Rupprecht. El objetivo de las divisiones francesas era atacar al sur del sector, entre las localidades de Arras y Lens, y ocupar las posiciones alemanas que se encontraban sobre las colinas de Vimy, con dos puntos estratégicos principales, las poblaciones de Neuville Sant Vaast y Souchez; mientras, las tropas británicas atacarían hacia el norte de Lens, en un frente de unos 6 kilómetros y medio hasta la localidad de La Bassée en el norte.

Tercera Batalla de Artois.

  La ofensiva debía comenzar al mismo tiempo que el ataque en Champagne, por lo que se fijó el día 25 de septiembre para que la infantería avanzara a través de la tierra de nadie. El 21 de septiembre, comenzó un bombardeo previo que lanzó un total de 250.000 proyectiles. En el sector británico, donde las reservas de munición de artillería eran inferiores, se prepararon varias minas para ser detonadas bajo las líneas alemanes y se liberaron 140 toneladas de gas cloro.

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Sector de Artois.

  El 25 de septiembre, el mismo día en que los franceses se lanzaban a la ofensiva en Champagne, los soldados del 10º Ejercito franceses se lanzaban sobre las colinas de Vimy, dando comienzo a la tercera batalla de Artois. Durante este primer día los franceses lograron pequeños avances; unidades del 21º y del 33º cuerpo ocuparon algunas posiciones en los alrededores de Souchez. Al día siguiente la localidad cayó en manos francesas cuando los alemanes se vieron obligados a replegarse hacia su segunda línea, alcanzando uno de los objetivos principales de la ofensiva, pero en el sur del sector las noticias no eran tan buenas; el 3º y el 12º cuerpo no habían conseguido realizar ningún tipo de progreso sobre Neuville St. Vaast.

  El 28 de septiembre los cuerpos 21º y 33º franceses consiguieron realizar nuevos avances hacia el este de Souchez, aunque fueron incapaces de romper las posiciones alemanas de la segunda línea, a donde iban llegando las unidades de reserva del príncipe Rupprecht. Al día siguiente los franceses consiguieron avanzar al sur del sector, cuando unidades del 3er cuerpo lograron ocupar la cresta de Vimy.

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Infanteria británica avanzando en Loos.

  Durante los días siguientes se llevaron a cabo combates de escasa magnitud y el frente se estabilizó brevemente hasta el 8 de octubre, ya que franceses y británicos centraban la mayor parte de sus esfuerzos en Champagne y en Loos respectivamente. El 8 de octubre el 6º Ejército alemán, que había fortalecido enormemente su segunda línea a la espera de lanzar una contraofensiva, desató un devastador ataque de artillería sobre la segunda línea francesa, con el objetivo de atacar las posiciones conquistadas por los franceses evitando la llegada de refuerzos desde su segunda línea. Por la tarde de ese mismo día la infantería alemana se lanzó en tres oleadas sucesivas sobre las posiciones francesas en Souchez y las británicas en Loos. Aunque las primeras unidades alemanas consiguieron alcanzar las posiciones francesas, donde se libró un encarnizado combate, las restantes oleadas fueron frenadas por la artillería francesa, sufriendo los alemanes un altísimo número de bajas. El 10 de octubre el príncipe Rupprecht ordenó un nuevo ataque, pero no tuvo éxito y se ordenó detener cualquier ofensiva en el sector. Aun así, el 19 algunas unidades bávaras que habían permanecido en la reserva hasta entonces atacaron a los británicos, pero fueron rechazados

  En los días siguientes los combates fueron perdiendo intensidad, y ante el agotamiento de los soldados y el empeoramiento del tiempo, finalmente el 4 de noviembre tanto el general Foch como el general Joffre, deciden poner fin a la ofensiva.

Batalla de Loos.

  El objetivo de la BEF era atacar y ocupar un frente en el flanco izquierdo del sector que franceses y británicos atacarían en Artois. El frente que debían atacar media unos 6 kilómetros y medio, e iba desde la localidad de Grenay, frente a Lens, hasta Givenchy al norte. En su centro se encontraba el pueblo de Loos.

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Sector de Loos.

  Para el ataque el mariscal French disponía de algunas divisiones francesas y del 1er Ejército británico a las órdenes de Haig, formado por unidades británicas, canadienses e indias. En total eran unas 6 divisiones, la 2ª, 7ª y 9ª del Ier Cuerpo y la 1ª, 15ª y 47ª del IV; que contaban con el Cuerpo de Caballería Indio, el XI Cuerpo, la División de Guardias y dos divisiones más en la reserva. La escasez de munición disponible por parte de la artillería británica hizo que se ordenara a los ingenieros cavar una serie de minas por debajo de las trincheras alemanas que serían detonadas al comenzar el ataque, junto con la liberación de 140 toneladas de gas cloro.

  El plan consistía en un bombardeo previo que se agudizaría durante las últimas horas previas al ataque, para luego lanzar a la infantería en varias olas sucesivas en la parte central del frente de ataque, dividiendo a las divisiones en brigadas y compañías para mantener un reguero constante de tropas, que serían acompañadas por las unidades de reserva. Frente a los británicos se encontraba el flanco derecho del VI Ejercito del príncipe Rupprecht, formado por elementos del IV y del VII cuerpos.

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Combates en el reducto Hohenzollern.

  El 25 de septiembre, a las 6:30 horas los soldados británicos salieron de las trincheras tras la descarga de artillería. Esta había sido de tan escasa magnitud, que los primeros soldados en llegar a las posiciones enemigas descubrieron horrorizados que las alambradas y la mayoría de las defensas alemanas estaban intactas. Debido a esto, durante los primeros compases de la batalla el 1er ejercito sufrió un gran número de bajas. En los sectores más débilmente fortificados por los alemanes se consiguieron algunos éxitos. Al mediodía, unidades de la 15ª y la 47ª división consiguen romper las líneas alemanas y ocupar la población de Loos. En el flanco izquierdo algunas unidades alcanzaron la carretera que conducía a La Bassée. A pesar de estos éxitos, cuando acabó el primer día los éxitos logrados fueron muy escasos, se habían conseguido pequeños avances en algunos sectores mientras que en otros los soldados apenas pudieron acercarse a las defensas enemigas, sufriendo un gran número de bajas; además las unidades de la reserva tardaron mucho tiempo en recibir la orden de avanzar y los británicos no pudieron aprovechar las brechas abiertas en la línea alemana.

  Al día siguiente el avance aun fue más lento, pues los alemanes fortalecieron sus posiciones defensivas y las unidades de su reserva comenzaron a llegar al frente. El asalto británico del 26 fue totalmente frenado en seco, sufriendo un altísimo número de bajas.

  El 27 de septiembre, los regimientos de la Guardia Escocesa avanzaron desde Loos hacia las posiciones de la colina 70, consiguiendo expulsar a la guarnición alemana, pero pronto sufren fuertes contraataques que les obligan a cavar trincheras desde sus posiciones hasta el pueblo de Loos. El 28 volvieron a realizarse algunos intentos por avanzar, pero ante la inutilidad y el enorme número de bajas, el mando británico ordenó detener cualquier ataque.

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Fotografía aérea del reducto Hohenzollern.

  Durante los primeros días de octubre, los alemanes comenzaron a bombardear intensamente las posiciones que los británicos ocupaban en Loos. Temiendo un contraataque alemán, French y Haig reforzaron a las unidades del frente y les ordenaron que se prepararan para una dura defensa. El 8 de octubre, una fuerza de asalto alemana de unos 5 regimientos se lanzó sobre los británicos a lo largo de todo el frente que ocupaban. Los regimientos británicos mostraron una gran tenacidad y consiguieron resistir los fuertes embates alemanes.

  En los días siguientes los combates se redujeron por parte de ambos bandos. Los británicos estaban preparando una nueva ofensiva con el objetivo de tomar el reducto de Hohenzollern, un importante punto defensivo aleman que se encontraba al norte de Loos, entre las localidades de Hulluch y Givenchy.

  El ataque se llevó a cabo el 13 de octubre, con una pequeña descarga de artillería seguida por el asalto de los hombre de la 9ª División del mayor general George Thesiger, junto con algunas unidades que atacarían Hulluch en el flanco derecho y algunas brigadas de la 7ª División que apoyarían el ataque desde el flanco izquierdo, entre Vermelles y La Bassée. Las brigadas 26ª y 28ª de la 9ª división consiguieron ocupar el reducto y parecía que la operación había tenido éxito, pero un fuerte contraataque alemán consiguió desalojar a los británicos, que sufrieron más de 3000 bajas.

  El 19 los alemanes lanzaron un nuevo contrataque sobre las posiciones británicas en Hulluch, pero se vio detenido por los defensores. Esta fue la última acción llevada a cabo en el sector de Loos.

Final de la ofensiva.

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John Kipling.

 Tanto en Artois como en Champagne, a finales de octubre, el número de bajas, el cansancio de los soldados, y la llegada del mal tiempo, convencieron a los mandos aliados que era inútil seguir lanzando ataques para intentar avanzar en el frente. La ofensiva de otoño, al igual que la ofensiva de primavera había fracasado. Franceses y británicos sufrieron 48.000 y 60.000 bajas respectivamente, mientras que los alemanes, en inferioridad numérica durante toda la campaña, perdieron alrededor de 50.000 hombres en el sector de Artois.

  Por la batalla de Loos, el gobierno británico otorgó 21 cruces Victoria. Entre sus fallecidos se encontraba John Kipling, hijo del escritor Rudyard Kipling. Tras la noticia de su muerte, escribiría el poema “My Boy Jack”.

BIBLIOGRAFIA:

– HART, PETER, La Gran Guerra 1914-1918: historia militar de la Primera Guerra Mundial / Peter Hart -Barcelona: Crítica, 2014 -562 p.

– QUERO RODILES, FELIPE. Historia militar de la Primera Guerra Mundial: de la caballería al carro de combate / Felipe Quero Rodiles -Madrid : Sílex, 2009 -624 p.

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