Del Aisne a Ypres. La Carrera Hacia el Mar

  Se conoce como la Carrera hacia el Mar a una serie de movimientos realizados por británicos, franceses y alemanes después de la retirada de estos últimos desde el Marne, con el objetivo de intentar flanquear por el norte a sus enemigos respectivamente, mientras que hacia el sur de la zona de Verdún el frente se había vuelto más estático. La carrera hacia el mar constituye el último gran movimiento de ejércitos en el frente occidental, marcando el final de la fase de guerra de movimientos. Ambos bandos fortificaron sus posiciones con una red de trincheras que en pocas semanas se extenderían desde el Canal de la Mancha a la frontera suiza, dando lugar a una temible guerra de trincheras durante 4 años, en los que el frente occidental apenas se movería.

Retirada del Marne.

  La derrota en el Marne marcó el fin del Plan Schlieffen. El OHL, el alto mando alemán, estaba totalmente perdido, sin saber que realizar a continuación. Toda la estrategia alemana en el oeste se basaba en la ejecución y resolución de dicho plan, no existía un plan B que llevar a cabo por si este fracasaba.

  Moltke dictó su última orden de importancia: puesto que la situación en el centro, en el sector de Verdún y al sur de este hacia la frontera suiza, se encontraba en un punto muerto, los ejércitos alemanes al sur de Reims debían detener el avance y fortificar sus posiciones, disponiendo así de tropas que enviar hacia el norte, donde de verdad estaba el principal eje de atención.

  Tras la batalla del Marne, los ejércitos de Bülow y Kluck comenzaron la retirada. Se tomó la decisión de retirar a los ejércitos hacia una posición donde pudieran fortificarse, reabastecerse y volver a pasar a la ofensiva. Se decidió que la mejor posición defendible era la línea del rio Aisne. El alto mando francés no supo aprovecharse de la victoria conseguida en el Marne, y tanto los ejércitos franceses como la BEF empezaron una lenta persecución, que permitió a los alemanes retirarse en orden.

Erich von Falkenhayn
Erich von Falkenhayn. Bundesarchiv, Bild 146-2004-0023 / Meyer, Albert / CC-BY-SA

  Para el 14 de septiembre, al mismo tiempo que los alemanes llegaban al Aisne, Moltke recibió instrucciones del Káiser de que debía declararse enfermo. Al frente del estado mayor le sustituyó el general Erich von Falkenhayn, de 53 años, considerado de mucho mayor talento que su predecesor. Falkenhayn estaba convencido de que aún podía llevarse a cabo la maniobra de envolvimiento de los ejércitos enemigos que no se había logrado durante el mes de agosto en Bélgica y el norte de Francia, y aunque ello no pudiera realizarse, la toma de los puertos del Canal les dejaría en una buena posición para negociar.

  Se oponía a Falkenhayn el coronel Gerhard Tappen, del estado mayor, quien pensaba que la mejor opción era retomar el ataque en el centro de la línea. En un primer momento se impuso esta idea debido a que el sistema ferroviario facilitaba el movimiento de tropas hacia el oeste en vez de hacia el norte.

  Mientras tanto los ejércitos aliados avanzaban siguiendo al ejército alemán. Marcharon hacia el norte el V y VI ejércitos franceses, con la BEF marchando entre ambos muy lentamente. El oficial Alexander Johnston escribió el día 11 de septiembre: “…hemos dejado que los alemanes desaparezcan con muy pocas perdidas…Sin duda, deberíamos haber acosado al enemigo todo lo posible”.

La Batalla del Aisne.

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Carrera hacia el Mar.

  Al mismo tiempo que la BEF se dirigía hacia el Aisne, un nuevo ejército alemán, el VII, era enviado al frente para cubrir el hueco entre Kluck y von Bülow, que llegaría al Aisne al mismo tiempo que la BEF. El 13 de septiembre los británicos llegaron al rio Aisne, dando comienzo a una serie de enfrentamientos que se prolongarían durante el mes siguiente y que se conocen como la Batalla del Aisne. Este sector ofrecía a los alemanes una excelente posición defensiva. Tras el rio se alzaban una serie de colinas boscosas con tierras de labranza a su espalda. Esta zona era atravesada por una carretera conocida como Le Chemin des Dames (El Camino de las Damas), donde se librarían sangrientos enfrentamientos a los largo de la guerra.

  A la derecha de la BEF, el V Ejército de d’Esperey avanzaba hacia el bosque de Argona y los montes próximos a Reims, que fue recuperada y mantenida con un gran coste de bajas. Las acciones en el Aisne se centraron en el sector que ocupaban los británicos.

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Chemin des Dames.

  El alto mando consideraba que si se tomaban las posiciones alemanas conseguirían romper sus líneas. Por lo tanto se decidió rápidamente el cruce del rio. Las primeras unidades lo atravesaron la madrugada del 13 de septiembre a través de los restos de un puente que no fue volado del todo. Nada más cruzar recibieron órdenes de excavar trincheras y fortificarse. Pero cuando llegaron el resto de unidades británicas se dieron cuenta de la debilidad de sus posiciones. Los alemanes se encontraban en una posición más elevada, y habían situado tras la cresta sus morteros y artillería, los cuales lanzaron una tormenta de proyectiles sobre la orilla del Aisne. Para el 14 de septiembre miles de soldados británicos se encontraban en la orilla norte en una situación de aprieto. El soldado Charles Mackenzie, herido en ambas piernas en el sector del Chemin des Dames escribió: “Es un lugar terrible ese de ahí fuera: no hay sino montones de cadáveres y sangre en abundancia. Hemos perdido a un montón de hombres… de los 1400 solo quedan 300”.

  Durante los días siguientes se produjeron combates sangrientos en el que los británicos intentaban tomar las elevaciones alemanas y estos luchaban por expulsar a los británicos de la orilla oriental del Aisne. La BEF sufría unas dos mil bajas al día. Para los británicos la lucha en el Aisne supuso una experiencia mucho peor que Mons o Le Cateau, puesto que en este caso tuvieron el primer contacto con lo que sería la guerra: combates largos y constantes y en los que la artillería sería fundamental. Un oficial alemán escribió: “En esta guerra, la última palabra la dirá la artillería”.

Posiciones británicas en el Aisne
Posiciones británicas en el Aisne. Foto The History Press Blog (http://www.thehistorypress.co.uk/index.php/updates/the-first-trenches-of-the-first-world-war/)

  La batalla del Aisne se prolongó hasta mediados de octubre, cuando los británicos fueron sustituidos en el sector por fuerzas francesas y marcharon hacia el norte. Durante ese mes de combates los británicos habían mostrado una gran determinación para defender sus posiciones en la orilla oriental del Aisne, aunque a un elevado coste. Pero aunque no fueron derrotados en el Aisne, tampoco lograron la victoria. La guerra de defensiva de posiciones había mostrado su crudeza. Los ataques frontales no funcionaban, y tanto los aliados como el mando alemán buscaban la posibilidad de flanquear a su enemigo por el norte.

Los puertos del Canal.

  Aunque Falkenhayn consideraba que aún podía intentarse envolver al enemigo con su flanco derecho, como establecía el Plan Schlieffen, también era consciente de que aunque tuviera éxito este podía no ser definitivo. Por esta razón, esta vez en el movimiento del ala derecha alemana hacia el norte, se decidió no pasar por alto los puertos del Canal, que fueron dejados de lado durante el avance de agosto.

Soldados alemanes en belgica
Soldados alemanes en Bélgica.

  Falkenhayn estaba especialmente decidido a tomar Amberes de una vez por todas. La guarnición belga de unos 70.000 hombres había estado realizando salidas constantemente desde agosto para atosigar la retaguardia y el flanco alemán. Si quería intentar flanquear de nuevo al enemigo por el norte, Falkenhayn consideraba primordial capturar Amberes. Joffre envió algunas tropas de ayuda, aunque Amberes no entraba en ese momento en sus planes, y dichos refuerzos estaban destinados más a proteger la retirada belga que a contribuir en la defensa de la ciudad. En Gran Bretaña, el Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, había recalcado antes de la guerra la importancia que tendría controlar el puerto de Amberes, por lo que envió un pequeño contingente de infantes de marina a la ciudad el 4 de octubre que poco podían hacer frente a los alemanes y sus potentes cañones de asedio. El 10 de octubre la ciudad capituló. Las ciudades de Brujas y Gante también cayeron en manos alemanas y los 80.000 hombres restantes del ejército belga peleaban en su retirada hacia Flandes.

Del Aisne a Ypres.

  Mientras los ejércitos alemanes habían detenido a los británicos y franceses en el Aisne y se dedicaban a ocupar Bélgica, Sir John French decidió que su BEF debería trasladarse hacia el norte, para ocupar las zonas próximas del Canal, reduciendo así las distancias con sus bases de suministros en Gran Bretaña. Desde el 1 de octubre se llevó a cabo este traslado de tropas ante las narices de los alemanes. Las tropas británicas eran retiradas por la noche de la línea del frente y sus posiciones eran rápidamente ocupadas por unidades francesas.

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Estabilizacion del Frente Occidental. Photo by Benjamín Núñez González, available under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license.

  Durante este movimiento de tropas hacia el norte, tanto por parte de los británicos como de los alemanes, fue fijándose la línea del frente tras una serie de ataques y contraataques, como las batallas de La Basseé, Yser o Ypres a finales de octubre. Como los ataques frontales tenían escaso éxito, cada bando fortificaba su posición con profundas trincheras que en los meses siguientes acabarían formando una red casi continua.

  A mediados de octubre Alemania ocupaba varias provincias del norte de Francia y prácticamente la totalidad de Bélgica, salvo una estrecha franja en la zona de Flandes, que estaba ocupada y defendida por los británicos, en cuyo eje central se encontraba la ciudad de Ypres.