La Persecución del Goeben y el Breslau.

  El desarrollo naval fue un aspecto clave durante la carrera armamentística previa a la Gran Guerra, construyendo nuevos tipos de buques con los últimos avances tecnológicos o aumentando el tamaño de las flotas. Dos fueron los principales protagonistas en esta carrera, la Royal Navy (Marina Real Británica) y la Kaiserliche Marine (Marina Imperial Alemana). Los primeros querían seguir manteniendo su poder sobre todos los mares, mientras que los segundos querían convertir a Alemania en una potencia mundial y un imperio colonial, para lo cual era fundamental la construcción de una gran fuerza naval.

  A pesar de esta carrera naval, lo cierto es que durante los cuatro años de guerra solo hubo un enfrentamiento de relevancia entre ambas flotas, la batalla de Jutlandia, de resultado incierto. Pero que esta fuera la única batalla de importancia no significa que no hubiera otras acciones navales de cierta relevancia. De hecho, muchas de ellas han pasado a la historia, como la guerra sin restricciones de los U-Boats alemanes (cuya acción más celebre, tristemente, fue el hundimiento del RMS Lusitania), las acciones llevadas a cabo por la flotilla de Maximilian Graf von Spee, o las célebres gestas de los corsarios alemanes, como el SMS Emden.

  Pero quizás, uno de los sucesos menos conocido, ocurrido durante los primeros días de agosto de 1914, fue una de las más importantes acciones llevadas a cabo por buques alemanes, las cuales acabarían por decantar la entrada en la guerra de un nuevo actor totalmente inesperado. Esta acción fue la travesía llevada a cabo por la flotilla formada por el SMS Goeben y el SMS Breslau y la persecución que sufrieron por parte de la Royal Navy.

SMS Goeben
SMS Goeben.

  El SMS Goeben fue un crucero de batalla de la clase Moltke, botado en 1911, que formaba pareja con su gemelo, el SMS Moltke, el cual recibió su nombre en honor de Helmuth von Moltke, y a su bautizo acudió su nieto, Ludwig von Moltke. El Goeben desplazaba un total de 25.000 toneladas, usaba turbinas Parsons y podía alcanzar los 28 nudos. Estaba fuertemente armado con 10 cañones de 280 mm, 12 de 150mm, otros 12 de 88mm, y 4 tubos lanzatorpedos. Su tripulación total era de 1053 tripulantes.

SMS Breslau
SMS Breslau.

  El SMS Breslau por su parte fue un crucero ligero, botado también en 1911, perteneciente a la clase Magdeburg, como sus gemelos el SMS Magdeburg, el Strassburg y el Stralsund. Desplazaba un total de 4500 toneladas, podía alcanzar los 27 nudos y su tripulación era de 370 marineros. Su armamento estaba formado por 12 cañones de 105 mm, 2 tubos lanzatorpedos y tenía la capacidad de almacenar un total de 120 minas marinas. Como dato curioso cabe destacar, que a bordo de este buque sirvió el que durante la Segunda Guerra Mundial sería el mando supremo de la Kriegsmarine y sucesor oficial de Adolf Hitler, Karl Dönitz.

En el Mediterráneo

  En 1912, ambos buques fueron designados al Mediterráneo para formar la Mittelmeerdivision (división del Mediterráneo), bajo el mando del almirante Wilhelm Souchon, quien izaría su bandera en el Goeben a comienzos de 1913. Su misión durante los meses previos al estallido del conflicto fue el de navegar por el Mediterráneo, visitar diversos puertos de importancia, como Constantinopla, así como controlar las rutas de suministro de las restantes potencias.

Almirante Souchon
Almirante Wilhelm Souchon.

  Gran Bretaña y Alemania poseían la primera y segunda flotas del mundo respectivamente, pero en el Mediterráneo el balance de fuerzas era distinto. El mayor poder recaía en la marina francesa, con un gran número de buques cuya función principal era la de mantener el contacto con sus posesiones coloniales de África, y en caso de guerra, proteger los convoyes encargados de transportar tropas y suministros desde el norte de África hacia Francia. La flota inglesa, con base en Malta, estaba potentemente armada, formada por 14 destructores, 4 cruceros ligeros, 4 cruceros armados, y a la cabeza 3 cruceros de combate, el Inflexible, el Indomitable y el Indefatigable, 3 potentes barcos de unas 18.000 toneladas que podían alcanzar los 28 nudos. Estos buques estaban diseñados para ser veloces y arrasar con cualquier barco sobre el Mediterráneo que no fuera de la clase Dreadnought. La flota austrohúngara, con base en el puerto de Pola, en el Adriático, estaba formada por 8 buques de línea, entre los que se incluían dos dreadnoughts, pero se trataba de buques obsoletos.

  Los alemanes, solo contaban en el Mediterráneo con la flotilla de dos buques de Souchon. Era obvio que cuando estallara la guerra, no podrían hacer frente a las flotas francesas y británicas. Su misión, debido a su excelente potencia de fuego y su velocidad, sería la de entorpecer todo lo posible el traslado de tropas francesas y hostigar los puertos, pero huir ante cualquier amenaza seria.

  Souchon recibió en Haifa la noticia del atentado en Sarajevo. Rápidamente se puso en movimiento y zarpó con el Goeben rumbo a Pola, donde esperaba poder reparar los problemas que sufría el barco en algunas de sus calderas. De hecho, en octubre iba a ser sustituido por su gemelo, el SMS Moltke, para regresar a puerto en Alemania y ponerlo a punto. En el curso de dos semanas la mayoría de los problemas del Goeben fueron subsanados y zarpó de Pola, pues Souchon temía que la flota británica le bloqueara en el Adriático si la guerra estallaba. El 1 de agosto llegó al puerto de Bríndisi, desde donde zarpó rumbo a Mesina. En Tarento se le unió el Breslau. Lo cierto es que la flota británica no recibió órdenes de ir hacia el Adriático, pues las ordenes mandadas el 31 de julio por Churchill ordenaban a Sir Berkeley Milne, al mando de la flota del Mediterráneo, apoyar en la medida de lo posible a los transportes franceses e intentar hacer entrar en acción a los buques alemanes, pero siempre teniendo cuidado de no enfrentarse a una fuerza superior, esto es, la flota austriaca.

La Persecución

  El 2 de agosto, llego la noticia al almirantazgo británico de que el Goeben había sido visto en Tarento. Winston Churchill le mandó el siguiente mensaje a Milne “El Goeben debe ser seguido por dos cruceros de combate”. Mientras tanto, el resto de la flota sería dirigida para controlar la salida del Adriático. Milne decidió deliberadamente no seguir la orden y envió un crucero ligero para controlar el estrecho de Messina y contactar con el Goeben sin entablar combate, pero cuando el buque llegó, el Goeben ya había zarpado.

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Almirante sir Berkeley Milne.

  Conociendo la importancia de la presencia de la flota de Souchon en el Mediterráneo, Churchill telegrafió otro mensaje a Milne “Vigile la salida del Adriático, pero su objetico es el Goeben. Sígale y no le pierda de vista, vaya donde vaya y prepárese para actuar cuando se declare la guerra, lo que parece probable e inminente.” Pero para cuando Milne decidió trasladar al Indomitable y el Indefatigable a su persecución, el Goeben había desaparecido rumbo al oeste y llevaba un día de ventaja.

  Souchon puso rumbo hacia los puertos franceses del norte de África. La marina francesa, al tanto de la desaparición del Goeben y el Breslau, y sabiéndose que se dirigía al oeste, temió por la seguridad de sus convoyes de transporte, y formaron tres escuadras para protegerlos que zarparon rumbo a los puertos de Oran, Argel y Philippeville, el mismo objetivo que tenía Souchon. El 3 de agosto recibió la noticia de la entrada en guerra contra Francia y mandó máxima velocidad. Al día siguiente, cuando se disponía a atacar los puertos franceses, recibió en el último momento un mensaje del almirante Tirpitz para que pusiera rumbo a Constantinopla. Pero ello no le evitó aprovechar la gran oportunidad que tenia de probar sus cañones sobre Philippeville. Tras el bombardeo puso de nuevo rumbo a Messina.

  Durante su regreso el 4 de agosto, se cruzó con los dos cruceros de combate británicos, pero Gran Bretaña y Alemania aún no estaba en guerra, por lo tanto ambas escuadras se cruzaron sin abrir fuego y los británicos dieron la vuelta para seguir de cerca al Goeben y el Breslau. Souchon ordenó máxima potencia para intentar poner la mayor distancia posible entre su escuadra y la británica. Milne avisó al almirantazgo de que estaban siguiendo a los buques alemanes, Churchill, furioso por no poder atacarles, ordenó “No los pierdan de vista. Guerra inminente.”, sin saber, por un descuido de Milne, que Souchon ya no se dirigía hacia el oeste.

HMS Gloucester
HMS Gloucester.

  Durante los siguientes días Souchon aumentó la distancia con la escuadra británica y para cuando llegaron al estrecho de Messina los había dejado atrás. A la salida del estrecho fue interceptado por el crucero ligero Gloucester, el cual podía hacer frente al Breslau, pero sería aplastado por los cañones del Goeben, por lo que decidió evitar el combate y seguir a ambos buques a distancia. Milne pensaba erróneamente que Souchon se dirigía al Adriático, donde sería interceptado por el almirante Troubridge, y si giraba de nuevo hacia el oeste, sus cruceros lo interceptarían. Estas eran las dos únicas posibilidades que Milne barajaba. Cuando Troubridge informó a Milne de que no habían entablado contacto con Souchon, solo el Gloucester seguía manteniendo contacto con la escuadra alemana rumbo hacia el este.

  Consciente ya del rumbo de Souchon, Milne ordenó al capitán Kelly, al mando del Gloucester, no seguir a los alemanes más allá del cabo Matapán, en Grecia. El 7 de agosto, el Goeben y el Breslau ya habían entrado en el Egeo, y dos días después Milne recibió la orden de seguirlos, pero ya era demasiado tarde. El 9 de agosto Souchon repostó carbón en Denusa y el día siguiente ancló sus buques frente a los Dardanelos, esperando el permiso del Imperio Otomano para dejarle paso, puesto que la zona estaba minada. Tras arduas negociaciones diplomáticas, el Goeben y el Breslau fueron llevados a Estambul el 16 de agosto, cuando se decidió que formaran parte de la flota turca, inclinando así a que el Imperio Otomano se acercara a las potencias centrales. El Goeben fue bautizado como Yavuz Sultan Selim y el Breslau como el Midilli. Ambos buques siguieron siendo manejados por sus tripulaciones alemanas. Finalmente, el 28 octubre el Imperio Otomano declaró la guerra al Imperio Ruso entrando así en la Primera Guerra Mundial. El primer acto de guerra otomano fue bombardear los puertos de Odesa, Sebastopol y Feodosia, donde tomaron parte tanto el Goeben como el Breslau.

SMS Goeben con bandera Turca
SMS Goeben con bandera Turca.

  Ambos buques llevaron a cabo varias acciones durante la guerra. El Breslau fue hundido en 1918 al chocar con una mina. El Goeben, conocido tuvo una larga vida y siguió en servicio durante varios años. En 1938 transportó los restos de Kemal Ataturk. Finalmente en 1960 fue dado de baja, y en 1973 vendido para ser desguazado.