La Escuadra de Spee: de Tsingtao a las Malvinas

  Durante la época de Bismarck, la marina alemana había sido considerada como una parte poco importante dentro del organigrama militar, siendo el ejército de tierra la parte fundamental del Imperio Alemán. Pero el aumento del comercio de ultramar y la adquisición de algunas colonias en África y Asia requirió que la marina debía fortalecerse para su protección.

  Entre 1905 y 1914 el presupuesto destinado a la marina imperial fue engrosándose año tras año. No solo para construir más barco sino para que estos pudieran rivalizar en modernidad con los buques de los británicos, que en 1906 botaron el barco que sería el modelo a seguir por todas las demás potencias, el HMS Dreadnought.

  Cuando la guerra estalló, a pesar de que su flota, la Kaiserliche Marine, se había convertido en una fuerza poderosa a tener en cuenta, siendo considerara como la segunda flota del mundo, aún estaba lejos de rivalizar con la británica. Los británicos se lanzaron rápidamente a bloquear el Mar del Norte, por lo que solo los submarinos, y los buques que antes del estallido se encontraban fuera de sus bases europeas tuvieron libertad de acción.

Maximilian Graf von Spee.

  Nacido en Copenhague en 1861, se enroló en la marina con 17 años como cadete. Durante los progresivos años fue ascendiendo en el escalafón, sirviendo en Europa y en los puertos alemanes del África Occidental. En 1908 fue nombrado Jefe de Estado Mayor de la flota del Mar del Norte. Dos años después se le otorgó el rango de contraalmirante, y dos años después, en 1912, fue enviado a Asia para comandar una escuadra de cruceros con el grado de vicealmirante.

  La base de la escuadra se encontraba en Tsingtao. Este puerto era el principal enclave alemán en Asia Oriental. Cuando estalló la guerra, los aliados, junto con los japoneses, se lanzaron a una rápida conquista de Tsingtao, pero antes de que la batalla comenzara, von Spee había ordenado a sus buques que zarparan con rumbo hacia las islas Marianas, puesto que se temía una invasión británica de las islas.

Hacia el Pacifico.

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El SMS Scharnhorst, buque insignia de Spee.

  Spee era consciente de que su pequeña escuadra no podía rivalizar con los buques ingleses que operaban en la zona, a los que se les sumaban ahora los buques australianos y la armada japonesa, por lo que en el puerto de Pagan se reunió con sus oficiales y decidió poner rumbo hacia el Pacifico y las costas de Chile, desde donde pondrían rumbo al Atlántico. Es probable que el máximo deseo de von Spee fuera el de llegar hasta Alemania con sus buques. Este planteó dichas intenciones a sus capitanes, los cuales aceptaron, excepto el capitán de fragata von Müller, capitán del SMS Emden, que solicitó permiso a von Spee para quedarse en el Indico, donde llevaría a cabo acciones de corso contra las flotas mercantiles aliadas.

  En la isla de Pascua se unen a su escuadra formada por dos cruceros acorazados, el SMS Scharnhorst y el SMS Gneisenau; y un crucero ligero, el SMS Nürnberg; dos cruceros ligeros, el SMS Dresden (hermano gemelo del Emden) y el SMS Leipzig. Tras reaprovisionarse, el 19 de octubre Spee ordena a sus buques zarpar.

  Mientras tanto, el almirantazgo británico estaba preocupado por la situación de vulnerabilidad de sus rutas mercantiles en el Indico y el Pacifico Sur, por lo que era necesario acabar con las amenazas que representaban los corsarios alemanes, como el Emden, y la escuadra de von Spee, a la que debía de impedírsele la llegada al Atlántico. El almirante de la flota, sir Frederick Doveton Sturdee, ordenó el 14 de octubre al almirante Christopher Cradock, que se encontraba con su escuadra en la base de las Islas Malvinas, poner rumbo hacia el Pacifico Sur donde debería encontrar e interceptar a los alemanes.

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Almirante Christopher Cradock.

  Cradock disponía de una pequeña escuadra de 5 buques: dos cruceros acorazados, el HMS Good Hope (buque insignia de Cradock) y el HMS Monmouth; un crucero ligero, el HMS Glasgow y el crucero auxiliar HMS Otranto, un antiguo buque mercantil que había sido armado para servir de apoyo. En las Malvinas Cradock también disponía de un viejo acorazado pre-dreadnought, el HMS Canopus. El almirante solicitó refuerzos reiteradamente, pues se consideraba en inferioridad frente a los buques de von Spee y sus adiestradas tripulaciones. La respuesta de Sturdee fue: “Con lo que tiene es suficiente”.

  Así, el 22 de octubre Cradock zarpó de su base en las Malvinas con destino al Pacifico Sur, dejando en puerto al viejo HMS Canopus, que había sufrido una serie de averías y necesitaba ser reparado.

Batalla de Coronel.

  Para el 29 de octubre la escuadra británica se encontraba frente a las costas de Chile. Cradock ordenó al Glasgow que fuera al puerto de Coronel para aprovisionarse de carbón. Este interceptó varios mensajes telegráficos de un buque alemán, el Leipzig, el cual, había recibido órdenes de Spee, sabedor de la proximidad de la escuadra británica, de intensificar sus telecomunicaciones, con el fin de atraer a los buques ingleses. Cradock picó el anzuelo y ordenó al resto de su escuadra poner rumbo a la isla de Coronel, sin saber que el nuevo lord del almirantazgo, sir John Fisher, había mandado un mensaje en el que se ordenaba a Cradock no entablar combate hasta la llegada de refuerzos.

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HMS Good Hope.

  El 1 de noviembre, un pequeño vapor alemán informó a Spee que había avistado a un buque ingles en Coronel, el Glasgow. El vicealmirante ordenó a sus buques que se colocaran en formación, aunque aún no estaba resuelto a entablar combate con el enemigo, pues pensaba que el HMS Canopus estaba entre ellos. Ordenó a sus buques posicionarse cerca de la costa, con el Scharnhorst y el Gneisenau juntos, y los cruceros ligeros Nürnberg y Dresden a estribor y popa de estos. El crucero ligero Leipzig se encontraba a unas millas de distancia persiguiendo a un vapor inglés.

  Hacia las 4 de la tarde, el Glasgow se encontró con las escuadra alemana e informó al resto de la flota. Ante la situación que tenía delante, Cradock optó por plantar cara y atacar a la escuadra alemana. Menos de dos horas después ordenó a sus buques que se colocaran en formación y avanzaran paralelamente hacia la escuadra alemana.

  A las 19:00 horas, cuando ambas flotas se encontraban a unos 10 km de distancia, Spee ordenó a sus buques abrir fuego. Pese a la distancia y la situación del mar, con un fuerte oleaje, los artilleros alemanes mostraron una gran precisión, y la tercera andanada del Scharnhorst alcanzó la torreta del Good Hope. El Gneisenau alcanzó varias veces al Monmouth.

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SMS Nürnberg.

  Los británicos respondieron con sus potentes cañones, pero la cadencia de tiro de los alemanes era muy superior. Spee fue progresivamente reduciendo la distancia con la escuadra enemiga y sometiéndoles a un castigo enorme. Apenas 40 minutos después de iniciado el combate la escuadra británica estaba parcialmente destruida. El Good Hope estaba en llamas. El incendio afectó al pañol de municiones y se produjo una violenta explosión que hundió el buque con Cradock y toda su tripulación.

  A las 20:58 el Monmouth, que había recibido numerosos impactos, fue alcanzado por un torpedo y se fue a pique. El Glasgow y el Otranto, consiguieron escapar y se dirigieron al sur y luego al este.

  La derrota conmocionó al almirantazgo británico, pues no habían sufrido una derrota semejante en el mar desde hacía más de 150 años. Ahora nada impedía a Spee llegar al Atlántico.

Batalla de las Islas Malvinas.

  Pero el vicealmirante alemán desaprovechó la oportunidad que ahora se habría ante él. Atracó en el puerto de Valparaíso, donde su escuadra fue recibida con vítores y desfiles, así como en otros puertos chilenos, donde perdió un total de 18 días en reaprovisionarse. Este retraso condenó sin saberlo a Spee, dando tiempo a los británicos de mandar una nueva escuadra a las Malvinas con el único objetivo de acabar con la amenaza del marino alemán.

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Almirante Frederick Doveton Sturdee.

  El 11 de noviembre John Fisher ordenó al almirante Sturdee zarpar hacia la base de Stanley, en las Malvinas, a bordo del crucero de batalla HMS Invincible, junto con otro crucero de batalla, el HMS Inflexible, y un crucero acorazado, el HMS Kent. En Stanley se les unirían los cruceros acorazados HMS Carnarvon y el HMS Cornwall, y el crucero ligero HMS Bristol, junto con el Glasgow y el Canopus.

  Para el 25 de noviembre Spee y su escuadra rodeaban el Cabo de Hornos y ponían rumbo a las Malvinas, sin pensar que una nueva escuadra británica les estaba esperando. El plan de Spee era el de desembarcar una pequeña fuerza de infantería, hacerse con la base de telecomunicaciones y luego bombardear el puerto. Pero Sturdee le estaba esperando. Había emplazado al Canopus, con sus potentes cañones, en la entrada del puerto, y colocado vigías en las colinas circundantes al puerto para dirigir de una manera efectiva el fuego contra el enemigo.

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HMS Invincible.

  El 8 de diciembre la escuadra alemana arribó a las Malvinas. Spee ordenó al Gneisenau y el Nurnberg que se acercaran al puerto, pero estos divisaron algo que no esperaban, un gran número de columnas de humo y mástiles. Casi de inmediato, el Canopus abrió fuego. Spee ordenó al Gneisenau que se replegara, justo cuando el Kent salía de la bahía. Spee ordenó avanzar a su buque, el Scharnhorst, para atacar al Kent, pero este se replegó de nuevo hacia el interior de la bahía y Spee descubrió para su horror dos cruceros de batalla y otros cruceros ligeros.

  Rápidamente Spee ordenó virar a sus barcos y dirigirse a mar abierto, con la esperanza de dejar atrás a los buques ingleses. Sin perder ni un minuto, Sturdee ordenó a su escuadra que zarpara en su persecución.

  A las 12:50 los buques ingleses se acercaban a la escuadra alemana y el Inflexible comenzó a abrir fuego. Spee, consciente de que no podía dejar atrás a los británicos, ordenó a sus cruceros ligeros que intentaran huir, mientras él, con el Scharnhorst y Gneisenau plantaría cara a los británicos intentando atraer su fuego. Sturdee ordenó al Invincible, el Inflexible y el Carnarvon plantar cara a los dos cruceros alemanes, mientras que el Kent, el Cornwall y el Glasgow debían perseguir al resto de buques.

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El SMS Scharnhorst se hunde con el SMS Gneisenau detrás.

  A las 13:30 comenzó el enfrentamiento. El Invincible recibió una serie de impactos que hicieron que Sturdee retrocediera un poco, pero rápidamente volvió de nuevo al ataque infringiendo un duro castigo a los alemanes. El Scharnhorst recibió numerosos impactos y a las 16:00 su proa estaba ya medio sumergida. A pesar de ello, Spee ordenó seguir avanzando y disparando, pero unos minutos después el buque se hundió con sus hélices aún funcionando. Spee y toda su tripulación, 795 hombres, se hundieron con el barco.

  Ahora el Gneisenau se enfrentaba solo contra tres enemigos. Recibió numerosos impactos y casi todos sus cañones quedaron inutilizados. A las 17:40 su capitán, Heinrich von Spee (hijo del almirante), ordenó abrir las esclusas y abandonar el barco. De los 800 miembros de la tripulación, solo 190 se salvaron, entre los que no estaba su capitán.

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El HMS Infexible rescatando a los supervivientes del SMS Gneisenau.

  Mientras tanto los cruceros ligeros alemanes habían sido alcanzados por sus perseguidores. El Leipzig fue alcanzado y a las 19:00 se fue a pique. Solo 20 hombres de su tripulación sobrevivieron. A las 19:30 fue alcanzado el Nürnberg por los disparos del Kent y se hundió con casi toda su tripulación, entre la que estaba otro hijo de Spee. Solo el Dresden consiguió escapar intacto.

  La victoria británica fue aplastante. Solo habían sufrido 6 bajas frente a las más de 2000 de los alemanes. A partir de ese momento, las únicas acciones navales por parte de Alemania en ultramar serían llevadas a cabo por submarinos.