El Somme V: Un Hermoso Día de Otoño

  Con la toma de Thiepval a finales de septiembre por parte de unidades del Ejército de Reserva de Gough, los aliados habían conseguido conquistar, en las dos últimas semanas de septiembre, una cantidad de terreno similar al conquistado entre el 1 de julio y el 15 de septiembre. La incursión de los tanques y los nuevos planteamientos tácticos (como el uso de las barreras de artillería móviles) habían sido todo un éxito. La primera, segunda y tercera líneas de trincheras alemanes originales, las del 1 de julio, habían sido capturadas; pero una cuarta línea ya había sido construida y se encontraban en plena construcción dos más. Animado por los últimos logros, Haig comenzó a desarrollar un nuevo plan de ataque, el que debía suponer la penetración de las líneas alemanas que había esperado desde el 1 de julio.

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Avances en el Somme desde el 1 de julio.

  El plan de Haig se mostraba tan ambicioso como el del 1 de julio, o incluso más. El peso central del ataque sería llevado por el Ejército de Reserva de Gough, rebautizado como V Ejército, y especialmente por el IV Ejército de Rawlinson, con el objetivo de avanzar en dirección a Bapaume, ocupar las localidades de Le Transloy y Le Sars, y atravesar la cuarta línea alemana que iba unía ambas poblaciones, para proseguir hasta las siguientes dos líneas en construcción. El IV Ejército se centraría en atacar la línea de defensa de Le Transloy, mientras que Gough debería proseguir con los avances desde Thiepval. En total suponía avanzar unos 8 kilómetros en profundidad, la misma distancia que los británicos habían recorrido a lo largo de los tres meses anteriores.

  En el plan también se añadía un ataque unos 24 kilómetros al norte del Somme, llevado a cabo por el III Ejército del general Allenby desde Arras, que debía avanzar hacia el este y posicionarse unos 10 kilómetros al norte de Gough, atacando la sierra de Gommecourt, y apoyar su avance hacia el norte Courcelette.

  A pesar del ambicioso plan, Haig consideraba crucial realizarlo de inmediato, antes de que los alemanes pudieran completar sus fortificaciones, por lo que el ataque fue fijado para el 1 de octubre, aun a sabiendas de que muchas de las piezas de artillería no podrían ser trasladadas para dar el debido apoyo y contrarrestar a los cañones alemanes.

Llegan las lluvias

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Frente del IV Ejército.

  Así pues, el 1 de octubre, en “un hermoso día de otoño” como escribiría el capitán Wilfred Miles en la crónica oficial de la batalla, comenzó la que debía ser la ofensiva final y definitiva en el Somme. A las 7:00 la artillería británica comenzó a abrir fuego a lo largo del frente de combate. En cuanto los soldados comenzaron a salir de sus trincheras fueron recibidos con un incesante fuego de ametralladores que apenas les hizo avanzar. Aun así, en la izquierda, la división canadiense, que atacaba en dirección al noroeste de Courcelette, logró capturar una buena parte de la trinchera alemana, pero una serie de contrataques alemanes les obligarían a replegarse al día siguiente. En su flanco derecho, formado por el II cuerpo, la brigada 141, apoyada por dos tanques, avanzó a lo largo de la trinchera Flers y comenzó a presionar sobre Eaucourt l’Abbaye para conectar con la División Neozelandesa que se encontraba a su derecha. En la izquierda, frente a Le Sars, la 50ª División del mayor general Wilkinson logró capturar la mayor parte de la trinchera Flers.

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Trasladando una pieza de 60 libras. Fotografía del Imperial War Museum.

  Los éxitos obtenidos no habían sido los esperados por Haig, y las bajas británicas y canadienses habían sido bastante altas. Aun así, se mantenía decidido a proseguir. El 2 de octubre comenzaron a caer unas fuerte lluvias en todo el sector del Somme, que convirtieron la arcillosa tierra en un barro pegajoso. La lluvia se prolongaría durante varios días, dificultando enormemente el traslado de munición al frente, por lo que la artillería se vio obligada a reducir las cortinas de fuego que debían preceder a los avances de la infantería.

 Con todo, el 3 de octubre varias unidades del 10º batallón del Regimiento Duque de Wellington fueron enviadas para ocupar los restos que aún quedaban en manos enemigas de la trinchera Flers. Apenas tenían que recorrer una distancia de 100 metros a campo abierto, pero el barro y el lodo frenó considerablemente su avance, las ametralladoras y los fusileros alemanes les batieron a placer. Los soldados que consiguieron llegar hasta la alambrada enemiga tuvieron que replegarse en cuanto agotaron las granadas y la munición.

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El barro causado por las intensas lluvias. Fotografía del Imperial War Museum.

  Las copiosas lluvias no cesaron, lo que imposibilitaba a los observadores del Real Cuerpo Aéreo informar debidamente a la artillería, y no solo eso, la aviación alemana comenzaba a operar con superioridad en el sector. Ante el mal tiempo, Haig ordenó aplazar los ataques que habían sido previstos para el día 5. Los hombres que habían sido preparados para dichos asaltos tuvieron que mantenerse entre el barro de las trincheras de su primera línea, al alcance de la artillería alemana que les castigó sin descanso.

Captura de Le Sars

  Para el 7 de octubre se preparó el asalto sobre la localidad de Le Sars por parte de la 50ª División, de vital importancia para proseguir con el avance. La artillería británica comenzó a castigar las posiciones alemanas. Un obús de gran calibre impactó directamente en un refugio alemán con varios enlaces y suboficiales, matando a muchos de ellos e hiriendo al resto, entre los que se encontraba el cabo primero Adolf Hitler.

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Posición de artillería alemana en Le Transloy. Fotografía del Imperial War Museum.

  Varias unidades de la 68ª Brigada atacaron desde el flanco derecho, partiendo desde Eaucourt l’Abbaye con el apoyo de un tanque que proporcionaba protección. El tanque fue destruido en la carretera, dejando a las unidades expuestas al fuego de ametralladora, por lo que se vieron obligadas a parapetarse. Mientras tanto, unidades de la 69ª Brigada atacaban desde el flanco izquierdo y conseguían penetrar en Le Sars. Los alemanes, que se vieron sorprendidos por esta penetración, se apresuraron en contener el avance enemigo con un sostenido fuego de ametralladora. La primera compañía de la Infantería Ligera de Durham fue enviada para ocupar la encrucijada de Le Sars, pero se vieron detenidos por los disparos de una ametralladora. Los combates se fueron desarrollando a lo largo del día, mientras más compañías británicas entraban en el pueblo. Finalmente, cerca de las 8 de la tarde, el 13º Batallón del Regimiento de Durham y el Regimiento de Yorkshire aseguraban definitivamente Le Sars.

  Al anochecer, varias compañías de ingenieros se afanaban en levantar defensas en el pueblo ante un presumible contraataque alemán. Mientras, la 1ª División Canadiense se preparaba para avanzar hacia el noroeste y ocupar la trinchera Regina. Tras una descarga de artillería que se mostró ineficaz, los canadienses se lanzaron al ataque a las 4:50 de la madrugada del día 8. A pesar de las alambradas intactas y del fuego de las ametralladoras, consiguieron ocupar varias secciones de trinchera, pero tras sufrir una potente descarga de la artillería alemana y agotar sus granadas, los canadienses se vieron obligados a replegarse en la mayoría del frente.

  Ese mismo día, varias brigadas de las divisiones 47º y 23º intentaban abrirse paso hacia las posiciones alemanas en el Butte de Warlencourt. A pesar de lograr pequeños éxitos, el número de bajas en aumento les obligó a replegarse y parapetarse.

Avances hacia Le Transloy

  El 9 de octubre las intensas lluvias que habían castigado el sector remitieron, y durante los dos días siguientes el tiempo mejoró enormemente. Aun así, la situación del terreno seguía siendo un caos, con un barro que imposibilitaba el transporte de munición y suministros. Durante estos 3 días las divisiones que habían tomado parte en el asalto inicial del 1 de octubre fueron remplazadas.

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Transportando agua hacia el frente. Fotografía del Imperial War Museum.

  Se preparó un nuevo ataque para el 12 de octubre, en el que los hombres del XIV Cuerpo de Lord Cavan, deberían avanzar más allá de Gueudecourt y ocupar las posiciones enemigas en las colinas de Le Transloy. Los alemanes, en previsión de un ataque, habían replegado sus ametralladoras unos quinientos metros por detrás de su primera línea, para evitar ser alcanzadas por las barreras móviles de la artillería británica. Cuando los británicos se lanzaron al ataque a las 2:05 de la tarde, llegaron con relativa facilidad hasta las trincheras alemanas, pero una vez entraron en ellas fueron atacados por las ametralladoras. A lo largo de toda la línea británicos y canadienses fueron contraatacados con extrema dureza. La División de Terranova, que había conseguido penetrar unos 500 metros, mantuvo un duro enfrentamiento con la 6ª División de Brandemburgo, la División de Hierro.

  Durante los días siguientes se detuvieron todos los ataques debido al mal tiempo y a la superioridad de la artillería alemana. Las piezas británicas no podían ser trasladadas con facilidad al frente por el barro.

  Se fijó un nuevo gran asalto para el día 18 por parte del IV Ejército, así como un asalto en el sector francés en el flanco derecho. El objetivo de Rawlinson era lanzar un nuevo ataque sobre la línea de Le Transloy. Según Haig, la idea era reforzar las posiciones ya consolidadas y conseguir posiciones más favorables para un futuro asalto. Aunque tanto el IV Ejército como las divisiones francesas consiguieron avanzar, sus éxitos fueron parciales. Las fuerzas francesas consiguieron entrar en el pueblo de Sailly-Saillisel, pero no lo ocuparon en su totalidad. Según las estimaciones posteriores de Haig, el IV Ejército consiguió alcanzar un 60 por ciento de sus objetivos, capturando además unos mil alemanes. El 21 de octubre se lanzó un último gran ataque sobre Le Transloy, con 4 divisiones británicas que atacaron las trincheras alemanas Regina y Stuff.

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Hombre del Black Watch (del Real Regimiento de Escocia) descansando tras los ataques a Le Transloy. Fotografía del Imperial War Museum.

  Mientras el IV Ejército se batía desde el 1 de octubre en Le Transloy, el Ejército de Reserva de Gough, ahora V Ejército, atacaba a los alemanes más allá de Thiepval, en lo que sería conocido como la batalla de las colinas del Ancre. Su objetivo era completar la conquista de las trincheras Regina y Stuff al norte de Courcelette. Tanto en las colinas del Ancre como en Le Transloy, los combates se redujeron a finales de octubre, había llegado el frio y las temperaturas empezaban a bajar de cero grados. Británicos y canadienses terminaron de consolidar sus posiciones el sector el 11 de noviembre. El último acto de la batalla del Somme estaba a punto de comenzar.

Bibliografía:

  • Gilbert, Martin: La batalla del Somme. La batalla más sangrienta de la Primera Guerra Mundia. Ariel. Barcelona 2009.
  • Livesey, Anthony: Grandes Batallas de la I Guerra Mundial. Editorial Optima, Madrid 1995.
  • Middlebrook, Martin . The First Day on the Somme. Penguin Books. London, 1971.
  • Parker, Geoffrey: Historia de la guerra. Akal, Madrid, 2010.